Calidad de vida y medio ambiente
Es necesario delinear patrones de vida en los que los
medios y formas de producción y consumo tengan
una repercusión mínimas en el entorno,
intentando, que éste conserve en el tiempo la capacidad de restaurarse
de la incidencia de factores antrópicos (los producidos por el hombre)y también
naturales (resilencia, o sea la
capacidad de recuperación)).
Por lo tanto hay que producir bienes y servicios sin
agotar recursos naturales, alterar el medio y contaminar, tanto en el proceso
de producción como en el de consumo (desechos). Aspirar a la calidad de vida, y
al bienestar sostenible, interpone la racionalización del consumo, lo
cual conduce a replantear el desarrollo.
“La racionalización y la humanización del consumo
apuntarían hacia la satisfacción de las necesidades básicas biológicas y
culturales de todos los sectores sociales en cuanto se relaciona con los
desafíos y objetivos ambientales y, por tanto, los ajustes deberían encaminarse
principalmente a proteger y estimular la producción de los bienes y servicios
destinados esencialmente a la satisfacción de necesidades reales y aspiraciones
razonables. Esto significa la eliminación o el desestimulo, en la medida de lo
posible de bienes superfluos y suntuarios; asimismo, a garantizar la buena
calidad de los productos, su duración y sus posibilidades de mantenimiento y
reparación; con medios y formas de producción que
implementar tecnologías limpias. El mercado debe ser elástico, operante y
retributivo con relación a productos certificados con etiquetas verdes.
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